Vivir fuera del núcleo urbano, una decisión al alza
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Vivir fuera del núcleo urbano, una decisión al alza
La pandemia del coronavirus ha reforzado una tendencia que ya llevaba un tiempo dibujándose: la de alejar la residencia principal de los centros urbanos. Se trata de una decisión basada en una nueva percepción social y en nuevas formas de vida, en las que se valoran más las residencias espaciosas y cercanas a la naturaleza: más metros cuadrados, más luz, mayor calidad y diseño, así como jardines y terrazas, además del campo y los árboles a un tiro de piedra.
El coronavirus ha obligado a pasar mucho más tiempo del habitual en el hogar. Con el confinamiento, muchos han estado prácticamente 24 horas diarias en casa durante más de dos meses. La vivienda se ha convertido de golpe y a la fuerza en un espacio multifuncional: lugar de trabajo, pero también de ocio y relajación, en el que las reuniones de empresa por videoconferencia han convivido con el visionado de películas y series, además de con la práctica de deporte. Quienes viven en familia han compartido desayuno, comida y cena a diario, han jugado con los niños y hasta han hecho de profesores con ellos. Y, en este proceso, no pocos se han dado cuenta de que, aunque su casa garantiza un uso cotidiano mínimo, carece de versatilidad para responder a cambios en las maneras de vivir.
La importancia de la amplitud del espacio
Según un estudio de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS) de Madrid publicado en 2019, el tamaño medio de la vivienda en la capital de España es de 82,9m2, un espacio que en el distrito centro, por ejemplo, baja a una media de 75m2. El confinamiento ha hecho ganar consciencia a muchos residentes del centro de Madrid, entre otras cosas, del tamaño reducido del espacio en el que viven, pero también de la escasez de luz natural o de la ausencia de balcones y terrazas que antaño no creyeron necesarios.
Hay que tener en cuenta, además, que el teletrabajo forzado por el confinamiento ha resultado un éxito y muchas empresas adoptarán esta opción a largo plazo, por lo que la cercanía a la oficina va a dejar de ser un factor decisivo a la hora de elegir zona de residencia, permitiendo primar en la decisión elementos como la calma inherente a zonas separadas del Madrid neurálgico, apartadas de la contaminación y del bullicio.
El hogar convertido en experiencia habitacional
En Single Home hemos visto crecer tras el confinamiento el número de personas que acuden a nuestras oficinas en busca no solo de viviendas espaciosas alejadas del centro de Madrid, sino también de una experiencia habitacional de lujo y tranquilidad con acceso al aire libre.
Las promociones de obra nueva de Single Home al noroeste de Madrid ofrecen todos esos elementos, sin renunciar a la posibilidad de llegar rápido a la ciudad por la cercanía de accesos a la A6 y la M40. La amplitud de nuestras viviendas, con salones comedores de hasta 60m2 y con elementos y diseños que permiten una incorporación estudiada de la luz natural a nuestras vidas, otorgan un factor de versatilidad a una experiencia habitacional de lujo. El espacio interior se presta así a las actividades tradicionales y, también, a incorporar nuevos hábitos.
Además, todas disponen de piscina y cuidadas zonas ajardinadas que fomentan el relax en el entorno inmediato de casa. En Dr Balmis 1, por ejemplo, los bajos permiten además disfrutar de jardines privados de 250 a 300m2 y tanto los primeros pisos como los áticos disponen de amplísimas terrazas.
La casa ideal que muchos residentes en Madrid tenían en mente seguramente ha cambiado con el confinamiento. Y en Single Home estamos convencidos de que esa casa ideal se encuentra entre las nuestras.
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